(Última actualización: 23/11/2021)

Introducción

Es mi intención, en este bloque de la serie de artículos sobre mediciones y presupuestos en entornos BIM, dar un repaso general a los diferentes criterios de medición que podemos aplicar al crear este documento dentro de un proyecto de arquitectura. En función de la fase en la que estemos del proyecto y dependiendo del agente que se trate, el criterio a utilizar va a ser diferente.

Quién presupuesta ahora

En España, es tradicional que las mediciones y presupuesto de un proyecto las redacte el estudio de arquitectura que elabora y desarrolla el proyecto en su conjunto. Esta condición resulta un tanto extraña teniendo en cuenta que los precios finales de las diferentes unidades de obra los va a aplicar el contratista que vaya a asumir la ejecución de la obra, al menos si la promoción es de iniciativa privada. Nadie mejor que el contratista para determinar lo que cuesta ejecutar la obra.
 
En Estados Unidos, por poner un ejemplo, el proceso de elaboración de las mediciones y presupuesto es distinto. Desde el estudio de arquitectura se redacta el proyecto, en el que se incluye la documentación gráfica y una definición precisa de las calidades exigidas por el cliente. Esta documentación es recogida por el contratista o contratistas que optan a quedarse con la obra y son ellos los que miden y asignan sus precios unitarios a las diferentes partidas de obra, a partir de la documentación del proyecto.
 
Esta estrategia parece más razonable. En efecto, al contrario que en España, no se le exige al equipo de arquitectura elaborar las mediciones, mucho menos el presupuesto. Aquí, en España, es fácil por tanto que al estudio de arquitectura se le responsabilice de una más que posible desviación presupuestaria, ya sea por unas mediciones mal hechas o por estimar precios que están lejos de la realidad.

Quién presupuestará

Todas estas consideraciones conducen irremediablemente a un cambio en la estrategia de contratación por parte de los promotores. Nos encaminamos a un escenario de trabajo mucho más deseable en el que el estudio de arquitectura, ingenieros y contratista son agrupados por parte del cliente desde etapas tempranas del proyecto y trabajan en colaboración desde el inicio mismo de la promoción inmobiliaria. Es el llamado IPD (Integrated Project Delivery), pero no quiero alejarme mucho de la línea de esta entrada.
 

Formas y criterios de medición

Una vez hecho un repaso general en la entrada anterior sobre cuáles son las diferentes formas de estructurar la información en un modelo de datos, ya sea este de autoría nativa como Revit o basados en el estándar IFC, vamos a ver de una manera más concreta estrategias generales de cómo podemos medir nuestro proyecto a partir del modelo 3d.
 
Como soy «revitiano», a veces a mi pesar, todas las menciones que se refieren al modelo nativo que incluyo a partir de ahora se refieren a Revit. Se agradecerán comentarios de usuarios de otras plataformas, como Allplan o Archicad, que digan cómo se organizan ellos en estas plataformas de modelado.

Criterios de medición por tipo

Una de las diferentes estrategias que tenemos a la hora de extraer la medición de un modelo es por tipo. Este criterio de medición se basa en la asociación de una partida descompuesta, seleccionada a partir de una base de precios, a un tipo de Revit. Esto quiere decir que, cuando creamos un tipo de Revit, ya sea este un muro, un solado o una puerta, vamos a tener la posibilidad de asociarle una unidad de obra en la que se describe cómo es la actividad necesaria para la obtención de ese elemento o sistema en concreto. Esta conexión entre elementos del modelo y unidades de obra es de verdadera utilidad y es el camino probablemente más directo y aconsejable para la obtención de una medición consistente dentro del modelo, aunque no la única.
 
Bien es cierto que los criterios para realizar esta asociación de tipos pueden ser diversos y va a depender sobre todo de quién realice esa medición. No será lo mismo si la medición la realiza el proyectista que si la hace el contratista de la obra. Cada uno establecerá sus criterios para obtener la medición de acuerdo con sus intereses. La gran ventaja es que ambos van a utilizar la misma fuente de datos.

¿Se modela como se construye o bien se modela como se contrata?

Hay una regla muy repetida y generalmente aceptada por todos los que estamos en este mundillo BIM y es que, cuando uno se enfrenta al modelado de un proyecto de arquitectura, debe tener siempre muy presente el proceso constructivo. Es aquello de «se modela como se construye». Esto es del todo cierto, pero no es menos cierto que si la fase de desarrollo en la que estamos es la previa al inicio de la obra, o con la obra en sus primeros inicios, podríamos afirmar que una estrategia de modelado podría ser «se modela como se contrata». Esta estrategia se aplicaría desde el punto de vista de la empresa constructora. De esta manera, el contratista de la obra obtiene un gran control sobre el modelo al tener creados las diferentes tipologías de acuerdo con los diferentes proveedores que van a ejecutar esas unidades de obra.
 
Un ejemplo de esto podría ser el modelado de un sistema de fachada. Probablemente el proyectista modele en un mismo tipo de Revit todas las capas que forman esa fachada y les asigne un precio de conjunto. Este criterio probablemente no sea aplicable desde el punto de vista de la constructora ya que casi seguro se vea en la necesidad de contratar con diferentes empresas la creación de cada una de esas capas, como la colocación del aislamiento térmico, el tendido de yeso y la pintura. Esto quiere decir que la empresa constructora va a crear sus propios modelos, basados en el modelo de proyecto, en los que va a aplicar criterios propios de medición.
 
 
 
ejemplo de modelado de muros

Ejemplo de distintas estrategias de modelado de un muro en función de la fase de proyecto en la que nos encontremos. Fuente: elaboración propia

 
 
En cualquier caso, sea desde el punto de vista que sea, esta técnica de medición se basa en igualar tipos de Revit con unidades de obra. Esta va a ser una de las formas en las que se basan los diferentes plug-ins desarrollados por los softwares de mediciones de CYPE o RIB, como veremos con más detalle en el bloque de plug-ins para mediciones.
 

Criterios de medición por material

Otra estrategia de medición que vamos a tener disponible dentro de Revit es la de medir por material. Por un lado, Revit nos ofrece la posibilidad de crear tablas de cómputo de materiales. Esta posibilidad solo es posible en determinadas categorías. Por lo tanto, interno al modelo vamos a poder cuantificar los distintos materiales asignados normalmente a las capas de elementos como muro, suelos o cubiertas.
 
 
distintas capas de un suelo

Ejemplo de extracción de los materiales de las distintas capas de un suelo en Revit. Fuente: elaboración propia

 
 
 
Esta posibilidad la vamos a tener en otras categorías como cimentaciones, pilares o piezas por lo que va a ser de mucha utilidad si queremos cuantificar, por ejemplo, un mismo tipo de hormigón concreto (HA -25 / IIa, por decir algo) que va a ser vertido en una zapata, en una viga y en un pilar, es decir, en diferentes tipos de Revit. Otro ejemplo podría ser el de un tendido de yeso colocado en una cara de un muro y en la cara inferior de un forjado. El yeso es el mismo, pero se incluye en diferentes tipos de Revit.
 
 
Pantallazo de Revit

Tabla de computo de materiales de diferentes categorías de Revit. Fuente: elaboración propia

 

Utilidad de las tablas de cómputo

La utilidad más directa de las tablas de cómputo de materiales es por tanto la de suministro, pero no es la única. Entrando en las propiedades de identidad de los materiales, vamos a ver que también está disponible el parámetro de nota clave. De la misma forma que asignamos a los tipos de Revit un código de partida, lo mismo vamos a poder hacer con los materiales de forma directa a través de la nota clave. Esta acción puede resultar interesante cuando queremos priorizar la medición por material en lugar de por tipo. Así, podemos asociar al material, por ejemplo, el hormigón HA 25 IIa que hablábamos antes, una actividad concreta de puesta en obra, medios auxiliares, costes indirectos, etc., que solo podemos obtener asociando una partida de obra concreta en la que se definan todas estas consideraciones.
 
 
pantallazo de Revit

Parámetro de nota clave asignado a los materiales de Revit. Fuente: interfaz de Revit

 
 
Como se verá más adelante, con los plug-ins disponibles de mediciones, uno de los criterios disponibles es el de generar la extracción de datos por material.
 

Criterios de medición por estancia o espacio

Otra de las formas que vamos a tener para medir es por estancia o por espacio dentro del modelo. Este criterio de medición puede resultar de especial interés cuando determinadas calidades del proyecto no se encuentran modeladas.
 
Esto puede suceder normalmente en etapas iniciales del proyecto en las que se define la geometría general, con un programa de necesidades y espacios general, en donde por falta de madurez del proyecto no se modelan determinados elementos.

Habitaciones de Revit

En estas etapas de proyecto sí que va a ser necesario y útil incluir las llamadas habitaciones en Revit. Las habitaciones son identificadores de espacio que permiten incluir en el modelo información asociada al espacio. Estas entidades, aparte de permitir asignar y dar nombre a la estancia o espacio correspondiente, también nos van a devolver información de su geometría, como puede ser la superficie, el perímetro de la estancia o su volumen.
 
 
 
pantallazo de Revit

Parámetros de calidades asociados a las habitaciones en Revit. Fuente: elaboración propia

 

Pues bien, a partir de los parámetros disponibles de sistema asociados a las habitaciones, vamos a poder incluir calidades asignadas a los espacios a través de parámetros de texto. Por ejemplo, dentro del parámetro acabado de suelo, vamos a poder asignar un valor concreto, como puede ser Tarima o mármol. Toda esta información, introducida gracias a parámetros de texto, vamos a poder extraerla de forma ordenada en una tabla de planificación, de manera que vamos a poder obtener un listado por estancias en las que vamos a poder identificar las distintas calidades asociadas a un espacio, con su correspondiente medición. Esta posibilidad se va a poder aplicar también a paramentos verticales y techos, como podrían ser acabados de pintura o escayolas o cualquier otro revestimiento. En realidad, cualquier información relevante en cuanto a las calidades de una estancia va a poder introducirse gracias a parámetros que se creen personalizados.

Cuándo es útil medir por estancia

La medición por estancia va a ser útil en realidad en cualquier etapa de proyecto, aunque su uso suele ser más frecuente en fases tempranas del proyecto.
 
La posibilidad de medir por estancia o espacio también tiene mucho interés cuando queremos hacer estimaciones económicas atendiendo a un precio por m2, en función del tipo de construcción que este prevista. Así pues, a partir del modelo podemos identificar, por poner un ejemplo, superficies de garaje, de viviendas, de zonas comerciales o de otra naturaleza para aplicarles un precio de construcción y obtener así estimación económica aproximadas a partir de una superficie del edificio terminado. Esta estrategia de medición es de utilidad también en fases tempranas del proyecto en las que se busca entre otras cosas, un análisis general de costes que ayude en la toma de decisiones del proyecto.
 
 
pantallazo de Revit

Ejemplo de asignación de ratios con diferentes precios por m2 construido dentro de un proyecto. Fuente: elaboración propia

 
 

Partidas alzadas

Las partidas alzadas son aquellas que no basan su precio en una medición concreta. Normalmente no se incluyen en el documento inicial de mediciones y presupuesto, aunque puede darse el caso. Las partidas alzadas se dan en situaciones no previstas en las que hay que realizar una actividad concreta cuya valoración se hace de forma estimada. Se suelen dar mucho en rehabilitación y reformas, en las que es habitual encontrase con situaciones que difícilmente pueden ser previstas cuando se redacta el proyecto, y cuya valoración se hace estimada por parte del contratista en base a la duración de la actividad y cantidad de recursos materiales y auxiliares utilizados.
 
Las partidas alzadas difícilmente tienen cabida en un modelo 3d de datos, en donde todas las unidades se refieren a una geometría concreta (ml, m2, m3, Kg etc…) o a un recuento. En todo caso deberán ser añadidas en documentos externos al modelo 3d como información enlazada.
 

Conclusiones

Medir es todo un arte. Hay que tener tener mucha experiencia para crear un documento de mediciones consistente y sin omisiones. Es importante que las mediciones sirvan de referencia, o hagan las veces de juez, cuando surgen conflictos, ya que es el documento donde van a encontrarse los criterios establecidos de medición, los precios unitarios, los medios auxiliares utilizados y otras consideraciones que deben quedar perfectamente definidas para que reine la paz en la obra.
 
Y no podemos olvidar que el proceso de elaboración de este documento tan importante del proyecto debe hacerse siempre apoyándonos en las constructoras o proveedores de los diferentes oficios, ya que son los que realmente conocen las dificultades y medios necesarios para la ejecución de las diferentes partidas presupuestarias.
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