Actualizado el 10/05/2020
01. Introducción
¿Qué es implantar BIM?
Implantar BIM no es aprender a usar un nuevo software. Al menos, no solo eso. Tampoco es hacer las cosas de siempre de otra manera. Es cambiar la mentalidad, la manera de trabajar y el concepto de lo que hacemos. Por eso es tan difícil, porque el cambio más costoso es el de nosotros mismos.
No es absolutamente necesario cambiar: no es obligatorio sobrevivir. La frase no es mía, está en la entradilla de uno de los capítulos del libro de Smith y Tardif (2009) que cito en la bibliografía. Estamos en épocas de cambio y la metodología BIM ha venido para quedarse.
Bibliografía comentada
Una de las cosas que se suelen hacer en los seminarios de la Universidad es enseñar los libros a los estudiantes. El libro físico, el objeto en sí. Que lo hojeen, le miren el índice, les entren ganas de leerlo. Así que, en lugar de una simple bibliografía, os traemos, en la medida de lo posible, los libros que hemos utilizado (y alguno que no pero nos gustaría tener, también).
Empezamos con uno específico para la implantación BIM y encima en nuestra lengua: hablamos de la concisa, sencilla y muy útil guía de implantación BIM de Miguel Morea y José Manuel Zaragoza, de BIM Learning: Guía práctica para la implantación de entornos BIM en despachos de arquitectura e ingeniería, Madrid: Fe d’erratas 2014. Reflexiones valiosas basadas en la experiencia de unos convencidos del BIM.
Guía práctica de implantación BIM |
La guía para implementar y gestionar proyectos BIM es probablemente la guia mas ambiciosa relacionada con la implantación BIM que existe hoy en día publicada en castellano. Muy completa desde su concepción, cubre todo el ciclo completo de desarrollo de proyectos con metodología BIM, abordando con multitud de tablas explicativas y gran riqueza de detalle todas las fases por las que pasa el proceso de construcción. Su autor, David Barco, arquitecto de formación, es un reconocido técnologo y gran divulgador de las nuevas tecnologías aplicadas al proyecto arquitectónico y a la construcción.
Guia para la implantación de metodología BIM en la gestión y desarrollo de proyectos. Autor: David Barco |
Finalmente, no podemos dejar de citar el librito de laUK BIM Alliance (2016), descargable en la propia página: BIM in the UK: Past, Present & Future. Allí, entre 2016 y 2020 están ya terminando de implantar el nivel 2 de madurez BIM, (se pretende llegar a nivel 3 en 2025, qué envidia me dan).A propósito, sobre los niveles de madurez BIM, recomendamos un muy reciente artículo en el blog de Espacio BIM, o el artículo de la británica NBS (National Building Specification).
Actualización (11/07/2017): Plan de Implementación BIM para Organizaciones, guía en PDF de CADBIM 3D.
Propósito
Esto es una entrada de un blog, Taller BIM, no puede ni debe aspirar a ser una guía exhaustiva de implantación BIM en las empresas, firmas de ingeniería y estudios de arquitectura. Para ello, recomendamos la lectura de las obras citadas y, sobre todo, la contratación de consultores y formadores especializados en ello. Lo que sí pretendemos es dar unas claves de lo que se puede uno encontrar por el camino, desde nuestra modesta experiencia y la de otros más curtidos.
Vencer las reticencias
Cuando se planea un cambio de tal magnitud, lo raro sería no encontrarse con escollos. El primero y principal, la reticencia al cambio, a salir de nuestra zona de confort. Pongo un ejemplo: hace unos días, en un encuentro informal, salió este mismo tema que aquí tratamos: implantar BIM. Un amigo arquitecto manifestó su enfado porque un cliente les había impuesto hacer un proyecto en BIM y se habían visto obligados a hacer unos cursos de Revit. Él lo vivía como una imposición, un trámite necesario para no perder clientes. En mi opinión, no había entendido toda la potencialidad de BIM. Y, desde luego, si todo se había resuelto con unos cursos de Revit, poco BIM se había hecho.
Las reservas a aceptar el cambio pueden venir, como vemos, de todas las fuentes posibles, pero, en nuestra opinión, la principal a vencer es la reticencia de quien pone el dinero: el promotor. Y, en consecuencia, el cliente final. Hay que explicar claramente, como bien recuerdan Smith y Tardif (2009) 22 que el coste total del edificio no es lo que se paga en el momento de la adquisición, sino lo que se paga a lo largo de su ciclo de vida. Nosotros podemos estar convencidos, pero tenemos que aprender entre todos a contrarrestar ese pensamiento a corto plazo y demostrar, con números en la mano, que por gastar menos al principio podemos acabar pagando mucho más. Este es un asunto espinoso, del que me gustaría tener vuestros comentarios e impresiones, y el que querría desarrollar en próximas entradas. ¿Cómo hacemos para convencer al cliente final de que es mejor pagar más ahora y menos después? A veces el cliente, aunque quiera, no puede, pues depende de las condiciones de financiación de quienes prestan para traer dinero del futuro (en forma de préstamo hipotecario) para pagar menos en el futuro. Jugar al Monopoly era más fácil. Por ello es fundamental el apoyo institucional, como en Gran Bretaña. Es conocido el papel ejemplar del Ministerio de Justicia británico en la adopción de BIM como metodología en sus edificios públicos.
Paralelismos
Como no nos cansamos de repetir, implantar BIM no es aprender a manejar un software, sino también y muy especialmente cambiar la metodología y la mentalidad de trabajo. Por ello hemos buscado paralelismos con otra industria en la que a menudo se revisan los protocolos de actuación, para así comprobar cómo se actúa ante un cambio de metodología. Hemos elegido el campo de la medicina, donde no es raro que la investigación conlleve un cambio de protocolos de actuación ante un hecho concreto, protocolos cuya no consecución podría llevar consigo resultados desastrosos. Así pues, si es tan importante seguirlos, y tan relativamente frecuente el cambio de los mismos (comparado con otras industrias mucho más pesadas y anquilosadas como la construcción), tendrán con toda probabilidad una forma de aplicar los protocolos sencilla y efectiva. Veremos cuál.
02. Empezamos: estadio pre-BIM
En este estadio (o nivel de madurez 0), no se parte de la nada. Tenemos distintos miembros de un equipo, o incluso distintos equipos, que generalmente trabajan con CAD y donde las funciones de cada uno, aunque en principio estén definidas, a menudo se superponen. Es decir, los límites entre lo que hacen unos y otros están bastante diluidos y lo mismo se ocupan de una cosa que de otra. En esta situación, lo ideal sería que el cambio viniese impulsado desde arriba, es decir, que la dirección de la empresa se convenciera de las bondades de BIM y la necesidad imperante de cambiar la forma de trabajar. Cuando así sucede, cuando se actúa en equipo para implantar la nueva metodología de trabajo, se vence mejor la natural resistencia al cambio y se aceptan mejor los costes adicionales, como inversión en software y nuevos equipos, así como la posible y previsible ralentización de algunos proyectos al principio, como acertadamente nos recuerdan en este artículo de la NBS: 10 reglas para implementar BIM con éxito. No en vano, implantar BIM no es tanto una decisión técnica como una decisión de negocio (Smith-Tardif 2009: 27). Lástima que nuestro amigo arquitecto no se diera cuenta de ello.
Equipo humano
Tras analizar las aptitudes y habilidades de los integrantes del equipo, se procede con la formación, si es necesario. Al principio, no es preciso que absolutamente todos los miembros del equipo sepan modelar con Revit (o Archicad), pero sí habría que formar líderes que guiaran a sus respectivos equipos. Hablamos de equipos, sí. Es un buen momento para planificar la asignación de roles y la especialización de cada uno, así como la posible colaboración con terceros. BIM es eficiente y en BIM no todos hacen de todo, sino que cada uno tiene su papel asignado. Como en el teatro.
Software (y quizá, hardware)
No es momento aún de declarar obsoleto el software que utilizamos, en absoluto. Muchos se pueden seguir utilizando, a través de formatos IFC de intercambio universal. Por ejemplo, softwares muy usados en mediciones , como Presto o Arquímedes, tienen ya desarrollados plugins que enlazan las mediciones con el modelo de Revit. Otros como Medit se han creado ya pensados para un entorno BIM. Autocad seguirá usándose, además, por muchos años. En general, todos los software de arquitectura, construcción e instalaciones se están desarrollando para su integración en BIM.
Con respecto a los sistemas informáticos, necesitamos trabajar en red para, en un futuro, acceder al modelo central. Los ordenadores, en general, necesitan mucha más memoria RAM para trabajar con modelado 3D que 2D en general y con Revit en particular. Necesitamos un servidor donde guardar el modelo central y al que acceder para sincronizar las copias locales, incluso trabajando desde casa, para que todos lo hagan siempre sobre el modelo central actualizado. Esa es la esencia del BIM: trabajo colaborativo, altamente especializado, sobre un modelo central siempre disponible. Eficiencia, en una palabra. Y no, no es fácil engañar a Revit, siempre vas a estar trabajando sobre el modelo real actualizado. No va a pasar eso de «toda esta tarde de trabajo para nada». Con BIM eso no pasa, te lo aseguro. Siempre que las cosas estén bien hechas, claro.
03. Visite el proyecto piloto
Los primeros proyectos en BIM serán proyectos piloto, como los pisos. Ahí podremos vislumbrar lo que es trabajar en BIM con toda su potencialidad. En estos primeros pasos podemos elegir andar agarrados a un buen consultor que nos ayude o caernos nosotros solos unas cuantas veces. Aunque no hay que preocuparse, pues son caídas de las que solo a veces duelen, mejor agarrarse a alguien que sepa cómo llevarnos. Vale, sí, contratadnos a los que nos dedicamos a esto. Y fijaos que no pongo enlace, que hablo en plural mayestático. Un buen consultor nos habrá hecho un traje a medida, personalizado a las necesidades de nuestra empresa, y se involucrará para que logremos el éxito y cumplamos con los plazos de entrega. Ay, los plazos de entrega. Venga, sí, contratadnos.
En principio y como norma, siempre es mejor empezar con proyectos pequeños e ir avanzando hacia mayor complejidad, que al revés. Esto ya sé que es una obviedad, pero tenía que decirlo. A vosotros os parecerá de Perogrullo, espero, pero os aseguro que hay quien pretende empezar por grandes proyectos. Morea y Zaragoza (2014: 99) hablan de quien pretende migrar de CAD a BIM con un hospital de 15.000 m2 (sin citar nombres, secreto profesional mediante) y aunque casi nos caemos del susto, nos lo creemos totalmente.
El equipo
Ya tenemos andado, aunque no lo parezca, gran parte del camino: hemos analizado de dónde venimos y las distintas capacidades de los miembros del equipo (o equipos), con lo que será más fácil ponerse objetivos y asignar roles definidos a cada uno. En principio, siempre es mejor contar en el equipo con entusiastas de BIM, pero no exclusivamente: perderíamos mucho talento por el camino.
Gestión de proyectos
Además de la gestión del proyecto en sus diferentes fases, hay que contar con la estandarización (o no) de BIM. En Gran Bretaña se ha elaborado una muy buena estandarización, PD ISO/TS 12911:2012 (revisada en 2016). Sobre la situación de la estandarización BIM en España puede consultarse y descargarse el informe pertinente de AENOR. Hay aún un largo camino por delante.
¡BEP, BEP!
En el gran viaje al BIM tenemos que empezar definiendo objetivos y trabajar con el material que ya tenemos. Vamos en un poderoso avión, ya listo para sobrevolar los procelosos cielos trasatlánticos. La hoja de ruta se llama BEP (BIM Execution Plan), y ahí están definidas las coordenadas de este viaje, que muy sucintamente, son:
- Objetivos
- Equipos y roles de cada equipo
- Fases del proyecto, niveles de desarrollo, plazos, programación,
- Control de calidad
- Normas, estándares y protocolos.
Aquí es donde, en los primeros proyectos o proyectos piloto, un buen consultor vale su peso en oro. Será el que ayude a personalizar las tareas, a rellenar las lagunas, a definir bien los objetivos, en definitiva, a que el primer vuelo de este avión llegue bien y pronto a buen puerto.
04. El equipo, siempre el equipo
Volvemos al equipo. Afortunadamente, el software especializado para BIM no hace todo: seguimos necesitando el arquitecto, el calculista, el delineante, el jefe de proyecto…
Dentro de la redacción del proyecto en sí, con CAD todos hacían un poco de todo, pero con BIM hay que especializarse. Y mejor especializarse en lo que más cómodos estemos, así que lo primero y primordial es sentarse a hablar y preguntar qué sabemos hacer y en qué nos sentimos más cómodos. Como hemos dicho antes, un buen consultor encontrará las mejores capacidades y disposiciones de cada uno. Hay que hablar, hablar, hablar y dejar las cosas claras. Un buen equipo será aquel en el que cada miembro tenga asignado el papel adecuado a su nivel de competencia y a su especialización. Y, en consecuencia, también tendrá asignado y será formado en el software necesario, si no lo estuviera ya (para planos de obra se podrá seguir utilizando el CAD, el software de mediciones puede seguir siendo el mismo adaptado con un pluggin, etc.). En definitiva, hay que personalizar y adaptarse a las necesidades de cada empresa, tanto humana como materialmente.
Dentro y a la cabeza del equipo, ha de haber un líder o persona clave, que no necesariamente ha de ser un experto en modelado, pero sí ocuparse de implantar el plan y ocuparse de los resultados, plazos de tiempo, comunicación entre equipos, etc. La comunicación clara y concisa y el correcto flujo de información entre los diferentes agentes del proceso constructivo es fundamental, esencial en BIM. No vale guardarse las cosas para sí con eso de que «la información es poder» y «las cosas ya se solucionarán en obra». Eso no es BIM.
Poco a poco, a medida que el personal de la empresa va sintiéndose más cómodo, van añadiéndose nuevas funciones y se empieza a colaborar activamente con terceros, integrando todo en el mismo modelo central.
Información
Insisto muchísimo en la buena comunicación y la correcta formación y el acceso a la información de todos los equipos y todos los agentes del proceso constructivo. La resolución de problemas, por ejemplo, ha de abordarse en equipo, pues a menudo la alta especialización de los agentes, necesaria para el incremento de le productividad que conlleva el modelo, impide que un individuo comprenda la totalidad del problema. Todos y cada uno de los aspectos del proceso se documentan y se integran en el modelo.
05. Receta para una buena implantación.
06. Conclusión
Terminamos ya este post con la sensación de que nos dejamos muchas cosas en el teclado, pero así es la naturaleza de los blogs. Iremos desarrollando lo que hemos esbozado aquí y tirando de los hilos de la madeja en otros posts, y, si nos ayudáis con vuestras preguntas, quejas y sugerencias, mejor que mejor. La principal conclusión a la que llegamos es que la mayor dificultad a que nos enfrentamos al abordar la implantación de BIM es la resistencia al cambio. Como bien recuerdan Morea y Zaragoza (2014) 33:
«Cuando hay plazos y revisiones que sobrevuelan el proyecto, se tiende a querer saltar de nuevo a la zona de confort, CAD 2D».
Sí, es lo más difícil: superarnos a nosotros mismos y vencer la inercia a hacer las cosas como siempre. Como el jugador de ajedrez que aprovecha de una tablet solo el teclado virtual para colocar sus figuritas de toda la vida: